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El Silencio del Cuervo
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El Silencio del Cuervo
El silencio y la oscuridad eran absolutos en esta área del universo, nadamas llegár me di cuenta que debía haber estado aquí desde antes... Irene no estaba por ningún lado, pero ¡por supuesto! la cuentista tenía además una vida propia, no podía exigirle que estuviera aquí para ayudarnos todo el tiempo. Me recriminé por ser incapás de lograr las cosas solo, pero sinceramente, necesitaba ayuda.
-¿Por qué, Soldado, siempre terminas necesitando ayuda de las personas a quienes TU vienes a ayudar?
Esperar a que Irene apareciera, era lo necesario en el momento, y no estaba haciendo nada bueno por mi estado emocional.
-¿Por qué, Soldado, siempre terminas necesitando ayuda de las personas a quienes TU vienes a ayudar?
Esperar a que Irene apareciera, era lo necesario en el momento, y no estaba haciendo nada bueno por mi estado emocional.
Re: El Silencio del Cuervo
El día había estado monótono y aburrido. Ir al colegio y volver a mirar la banca vacía de quien yo había hecho desaparecer y las noticias sobre otras desapariciones no ayudaban nada, sobre todo porque sabía que todo tenía que ver con Vaudiz. Vaudiz. Vaudiz. Vaudiz. ¿Cuántas cosas en mi cabeza no giraban en torno a él? Bueno, antes lo hacían también pero por diferentes razones.
Llegué a casa bastante temprano, tomando y calentando un poco de comida del refrigerador para después subir a encerrarme a mi habitación. Lo peor era que ya ni siquiera podía ir a bailar porque Arzahel había quemado la Academia. Lancé un suspiro.
*Espero que la restauren pronto. Esta pasividez ante esa actividad me está matando también.*
Entonces se me ocurrió que al menos algo de música podía ayudarme a pasar el rato. Tal vez en el pequeño espacio no podía bailar a gusto, pero de algo serviviría. Encendí el reproductor, poniendome los auriculartes en los oídos y me tumbe boca arriba sobre la cama. De pronto, mientras permanecía así, una pesadez comenzó a apoderarse de mi cuerpo y mente y comencé a alejarme del mundo real.
Después de unos momentos volví a abrirlo para encontrarme en el Limbo. Me puse un poco perpleja. Yo no había querido entrar en el Limbo. Ni siquiera había pensado en él. ¿Significaría que alguien me necesitaba y me estaba buscando? ¿Pero quién? Pronto la respuesta vino a mí.
*Hrafn…*
Extendí mi mano derecha frente a mí y cerré los ojos. Esperaba que lo que se me acababa de ocurrir funcionase. Cuando volví a abrirlos sonreí satisfecha. La marca del lazo de lealtad brillaba en mi brazo, y un fino hilo dorado desprendía de él ahcia la oscuridad del Limbo.
Comencé a acaminar rápidamente detrás de el. Pronto vislumbre la figura del Guerrero.
-Hrafn, es un gusto volver a vetre.- dije con alegría sincera.
Llegué a casa bastante temprano, tomando y calentando un poco de comida del refrigerador para después subir a encerrarme a mi habitación. Lo peor era que ya ni siquiera podía ir a bailar porque Arzahel había quemado la Academia. Lancé un suspiro.
*Espero que la restauren pronto. Esta pasividez ante esa actividad me está matando también.*
Entonces se me ocurrió que al menos algo de música podía ayudarme a pasar el rato. Tal vez en el pequeño espacio no podía bailar a gusto, pero de algo serviviría. Encendí el reproductor, poniendome los auriculartes en los oídos y me tumbe boca arriba sobre la cama. De pronto, mientras permanecía así, una pesadez comenzó a apoderarse de mi cuerpo y mente y comencé a alejarme del mundo real.
Después de unos momentos volví a abrirlo para encontrarme en el Limbo. Me puse un poco perpleja. Yo no había querido entrar en el Limbo. Ni siquiera había pensado en él. ¿Significaría que alguien me necesitaba y me estaba buscando? ¿Pero quién? Pronto la respuesta vino a mí.
*Hrafn…*
Extendí mi mano derecha frente a mí y cerré los ojos. Esperaba que lo que se me acababa de ocurrir funcionase. Cuando volví a abrirlos sonreí satisfecha. La marca del lazo de lealtad brillaba en mi brazo, y un fino hilo dorado desprendía de él ahcia la oscuridad del Limbo.
Comencé a acaminar rápidamente detrás de el. Pronto vislumbre la figura del Guerrero.
-Hrafn, es un gusto volver a vetre.- dije con alegría sincera.
Irene- Admin
- Mensajes : 165
Fecha de inscripción : 25/01/2011
Localización : Ocilando entre este mundo y Vaudiz
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